Ayer domingo concluyó, en el Prat de Llobregat, nuestra fira más emblemática. Celebrada durante los días 12, 13 y 14, he aquí algunos de sus protagonistas más representativos.
Compartiendo el espacio más cercano se encuentran algunos ejemplares de caballería. Muchos de ellos tienen ahora un papel más anecdótico y sentimental que laboral dentro de las masías.
En bandejas de un metro cuadrado se exponen, de la manera más vistosa posible, los productos hortícolas y frutícolas de las diferentes masías de la zona.
El «pota blava» tiene un representante en todas las fiestas y pasacalles del resto del año. Aquí está junto a una familia que parece decir "Yupi, hoy comemos pollo" mientras él grita "Horror, no!".
Mercado al aire libre de productos tradicionales y de elaboración artesanal.
Y muchas exposiciones y participaciones más, como aperos de labranza tradicionales, actividades deportivas, comerciantes, artistas, entidades locales, policia, bomberos, radio, televisión, y un largo e inacabable etcétera, que representa lo mejor de nuestro pueblo. Que, por cierto, cada día se parece más a una gran ciudad. ¡Hasta tenemos aeropuerto!