Puente al infinito

Ascendió a las alturas

Lomolas

Después de oir hablar sobre el estilo de la lomografía me animé a probar con esta imagen, algo insulsa pero lo único aprovechable que he disparado esta mañana, y darle un poco de ese aire tan especial. Mucho contraste, mucha saturación, mucho viñeteo, mucho grano y, en principio, eso debería bastar para dar el pego, porque la auténtica lomografía se hace con ciertas cámaras de película con unas características concretas y creo que si la película está caducada, pues mejor.

Toma del frasco, Carrasco

Ser o no ser

Descarnados y desalmados, sólo quedaron de ellos sus cáscaras vacías. A ciertas personas les ocurre lo mismo estando «vivas».

El glamur por los suelos

Bellezas como las de la entrada anterior pierden algunos puntos en situaciones más cotidianas y menos controladas. Aunque esta chica no sale muy favorecida aquí por el gesto captado, la publico precisamente por el toque humorístico que tiene. Se trata de una de las azafatas del Sonimag 2011 durante el sagrado descanso para la manduca.

Monolitos Legotas

Parafraseando el nombre de Manolito Gafotas he rebautizado esta escultura de piezas seriadas que se han montado en un orden concreto y metódico como en el Lego. ¡Si es que el arte ya no es lo que era! Y de los artistas, mejor ni hablamos.

Franky en el muro

Este sí que tiene la cara dura: de hormigón enlucido con cemento.

ACTUALIZACIÓN: Esta imagen ya es historia, el muro que le servía de soporte ha sido derruído por unas obras.

Otra de tapas pero con guarnición

Una de las últimas imágenes del otoño pasado, rescatada aquí por su colorido.

Salida de humos

Otra muestra del paseo que di por El Prat el domingo catorce, después de «los Gallos», y que atrapó la atención de mi mirada. Se ve que aquel día fue el día de las paredes porque volví con un montón de ellas en la tarjeta.

(Que tengáis unas agradables celebraciones del cumpleaños de Jesús, para quien así lo sienta, y un alegre consumismo festivo para disfrute y regocijo general. ¡Felices Fiestas! y ojo con los excesos. Y de regalo, un villancico, hala!)

Habitación sin vistas

Debe hacer treinta y tantos años que vine a vivir a El Prat de Llobregat desde Córdoba, con una escala de un año en el barrio de Horta de Barcelona. Creo que esta pared siempre ha estado así, en la calle Santiago Rusiñol. El domingo pasado la volví a ver con la cámara.

Pero hablando de habitaciones sin vistas, ésta parece ser aún más curiosa.

35ª Fira Avícola de la Raça Prat

Ayer domingo concluyó, en el Prat de Llobregat, nuestra fira más emblemática. Celebrada durante los días 12, 13 y 14, he aquí algunos de sus protagonistas más representativos.

Los ejemplares de la Raça Prat, los tradicionales «pota blava», son los protagonistas indiscutibles del evento. Por ello, todo el pueblo se refiere siempre a esta fira, coloquialmente, como «los gallos».

Compartiendo el espacio más cercano se encuentran algunos ejemplares de caballería. Muchos de ellos tienen ahora un papel más anecdótico y sentimental que laboral dentro de las masías.

En bandejas de un metro cuadrado se exponen, de la manera más vistosa posible, los productos hortícolas y frutícolas de las diferentes masías de la zona.

El «pota blava» tiene un representante en todas las fiestas y pasacalles del resto del año. Aquí está junto a una familia que parece decir "Yupi, hoy comemos pollo" mientras él grita "Horror, no!".

Mercado al aire libre de productos tradicionales y de elaboración artesanal.

Y muchas exposiciones y participaciones más, como aperos de labranza tradicionales, actividades deportivas, comerciantes, artistas, entidades locales, policia, bomberos, radio, televisión, y un largo e inacabable etcétera, que representa lo mejor de nuestro pueblo. Que, por cierto, cada día se parece más a una gran ciudad. ¡Hasta tenemos aeropuerto!

Rompiéndose el mar

Hay días que vuelvo de una salida sabiendo que traigo algo destacable. Otros, como este, vuelvo con la sensación de que no hay nada especial que sobresalga del resto. Después de mirarme las fotos en el ordenador empiezo a descubrir qué les falta: un día plomizo y gris les arrebató la vida. Tras unos pequeños ajustes de niveles y un poco de "colorete" ya no sabía con cual quedarme y cual descartar, por eso aparecen aquí en una cantidad inusual.

¿Sola, Jane? No, con Chita.

Desde luego, soy tramposo poniendo títulos. Si esperabas ver a Tarzán, pues no es este el ecosistema. Se trata de la Playa del Francés, en Viladecans, y éstas son Concha y Conchita y, al contrario que las ostras, son alegres como una almejilla. ¡La mar de saladas! y bonitas, bonitas.