Debe hacer treinta y tantos años que vine a vivir a El Prat de Llobregat desde Córdoba, con una escala de un año en el barrio de Horta de Barcelona. Creo que esta pared siempre ha estado así, en la calle Santiago Rusiñol. El domingo pasado la volví a ver con la cámara.
Pero hablando de habitaciones sin vistas, ésta parece ser aún más curiosa.