
La semana pasada iba en bici por los caminos agrícolas de El Prat de Llobregat y descubrí que en los canales donde desagua el riego ya había ranas. Naturalmente, al día siguiente hice el mismo camino con pie sigiloso y cámara en mano. Volví con tantas fotos de ranas que aún no he descubierto mi favorita. Otros sujetos fueron tan esquivos que la elección se ha simplificado considerablemente.