Bordeando el aeropuerto del Prat de Llobregat (a la derecha puede verse la valla del recinto) hay un carril bici que llega desde la población hasta la misma playa. Justo en este cruce se congregan muchos fascinados por los aviones para tomar fotos de los aterrizajes, de ahí la presencia de la escalera, supongo. Yo, que estoy de aviones hasta las narices, más bien hasta las orejas, después de 35 años de oirlos a diario, centré mi atención en el carril para bicicletas y tomé esta imagen destacando las señalizaciones. A la izquierda puede verse un carril peatonal para pasear o hacer footing y fuera de plano quedan los "fascinados" aeronáuticos.
Aterrizaje de un ruidoso avión, como muchos otros a lo largo del día, que dejará un apestoso olor en el aire a neumático quemado por las frenadas realizadas cuando tome tierra. A la derecha el bicicarril y a la izquierda la carretera. Como era temprano había poca concurrencia.