
Ayer visité el Zoo aprovechando el pase anual. Me encontré enseguida con esta cabra montesa ibérica de sonrisa fácil. Quise hacerle unos retratos y le pedí si podía quitarse el "piercing" de la oreja para salir más favorecida. Dijo que eso indicaba su pertenencia al clan y que estaba tan orgullosa que no se lo quitaba ni para dormir. En fin, sobre gustos...