
Esta urraca picoteaba el suelo en busca del nutritivo aperitivo de media mañana. Aún tiene el pico manchado de rebuscar entre la hierba. Gracias a que ponía más atención en eso que en vigilar mi presencia ha sido la única de las presentes que aparece aquí. A pesar de su discreto colorido, es una de las aves que más me gusta observar, sobretodo cuando salta oscilando la cola arriba y abajo con gran donaire.