

Con lo poco que estoy atendiendo el blog últimamente, más de una vez he pensado en cerrarlo a cal y canto, sobretodo pensando en la que se me viene encima en el futuro y la consiguiente falta de tiempo; pero luego recibo un correo agradeciéndome los calendarios y pienso en el tiempo que le he dedicado hasta ponerlo a mi gusto. Creo que aunque sólo pudiera poner una foto cada mes, y eso tirando de archivo, valdría la pena dejarlo abierto. Aunque, sinceramente, este año veo duro tener doce imágenes decentes que me sirvan para el calendario del año que viene. A ver si en primavera cambio de opinión.