



Aprovechando el pase anual que tengo para el Zoo de Barcelona, allá me fui antes de que me cumpliera el plazo. Esperando ver los mismos bichos de siempre en las mismas poses apáticas que me incitaran a no renovar el pase, me encuentro con una novedad de lo más curiosa: una pareja de polluelos de gaviota patiamarilla al alcance de la mano, literalmente. ¡Menuda oportunidad de verlos de cerca! Con el zoom a tope, lo que más me impresionó fue ver esas encías en forma de sierra a «contraescama» que se aprecian en la segunda foto. Así no se les escapan las capturas. A mí tampoco.