Aunque esta rana parece bastante aletargada, no hay error en el título porque... era yo el que se estiraba. Al descubrirla, me acerqué todo lo posible con gran sigilo. Desde el borde del canal hice algunas fotos que consideré muy alejadas. No podía acercarme más pero se me ocurrió acercar la cámara. Me afiancé bien, desplegué la pantalla y estiré el brazo todo lo que pude sin caerme al agua. Encuadraba por la pantalla y disparaba cuando oía la confirmación del enfoque. Apenas gané 70 cm. pero para otra vez ya he pensado usar un monopíe y un disparador por cable para estirarme más con menos peligro.
