
Desde El Prat de Llobregat hasta la playa, discurre un amplio canal que alberga bastante vida, en su cauce y en sus orillas, a pesar de sus turbias aguas. Es común ver tortugas de lejos pero esta estaba un poco despistada y me pude acercar bastante. Por supuesto, al verse sorprendida, emprendió una huída veloz hacia las profundidades. Aunque, yo ya tenía la foto.