Surgió una pequeña sesión de tortolitos de manera espontánea durante una quedada en la playa. Dos de los modelos eran pareja y las fotos románticas, cuando el amor está floreciendo, surgen por sí solas. Sólo hay que dejarlos hacer y cuidar la iluminación nefasta del sol de la mañana con unos reflectores de gran tamaño para que las sombras no sean muy profundas.













